Cuando fuimos invitados a participar en la exposición portales, ya estábamos investigando profundamente las causas de la crisis financiera actual. Parecía natural pensar en un vínculo entre Chile y esta investigación. Uno de nuestros intereses es la cíclica natural de la ideología económica - a partir de un pre-dominio corporativo antes de la Gran Depresión, a la economía keynesiana despues de la Depresión y luego de vuelta a la adoración del libre mercado de los neoliberales en los últimos 40 años. Nos interesamos mucho con el uso de Chile por los neoliberales como arma retórica en su batalla ideológica.
Una famosa frase utilizada en esta batalla fue El Milagro de Chile. Milton Friedman utilizó esta frase para describir el éxito de una filosofía del libre mercado bajo la dictadura de Pinochet. Hemos decidido utilizar esta frase como la base para nuestro trabajo, para interrogarla, interrumpirla, arrebatar el control de su significado de sus creadores.
Como la frase contiene la retórica mágica estábamos intrigados también por la existencia de un dogma - El Ladrillo - que establecía las enseñanzas de Friedman como un remedio a la crisis económica de Chile, cerca al fin de la presidencia de Allende. Escrito en 1973 (justo antes del golpe militar) por los "Chicago Boys" - un grupo de economistas chilenos que estudiaron bajo a Friedman en la Universidad de Chicago, el documento prescribe la privatización, la desregulación del mercado y recortes en programas sociales para combatir la inflación en Chile. En 1975, la inflación sigue aumentando, Pinochet entregó la economía chilena a los Chicago Boys. Chile se convirtió en el "laboratorio" para la filosofía neoliberal.
Posteriormente se generaron tres obras principales para analizar la doctrina - el laberinto que presenta fotos generados a través de talleres que dimos en Chile, los ladrillos de las calles de Santiago convertidos a dispositivos con circuitos que piden la interacción de peatones, y, finalmente, una reescritura de mensajes de servicio público en la línea de autobuses de Santiago, que transporta a las personas del centro de negocios hacia las afueras de Santiago. Cada pieza fue diseñada para generar un diálogo acerca de la frase - El Milagro de Chile.
Ricardo Miranda Zúñiga and Kurt Olmstead